ARTE, CULTURA, BIO DATA Y SENSACIONES... VARIETE DE SENSACIONES, TODOS LOS MIERCOLES A LAS 22 HS. POR RADIO SENTIDOS

Entrevistas en VARIETE DE SENSACIONES

HACEDORES

DESMESURA

EL TEATRO DE LO INTIMO

  
Opina Darío Cortes, argentino, actor, director, dramaturgo y coach de actores a propósito de uno de los  temas de su obra con próximo estreno: “DESMESURA” una propuesta teatral que dejó una buena marca en el off madrileño desde 2009, incluyendo premios y participaciones en festivales europeos y ahora que reside nuevamente en nuestro país adapta la obra a su jerga natal y la dirige.
  • Desde el 8 de Julio todos los viernes a las 22hs, en el Teatro el Piccolino (Fitz Roy 2056 – Palermo). No se la pierdan. Recomendamos también la edición independiente del libreto que el mismo Darío junto a sus hermanos se encargo de editar y distribuir.
  • La presentación oficial del libro de la obra se realizara únicamente el Martes 21 de Junio, 20.30hs en Espacio Wallrod (Carlos Calvo 3319 – Boedo – Entrada Gratuita) Habrá actores amigos invitados.
Veamos que piensa el de su teatro y de la intimidad. Tanto en la versión de la obra en España como en Argentina, en los ensayos y en los trabajos de mesa surgieron frecuentemente las preguntas:  ¿qué es lo íntimo y lo profundo?
Y ante estas preguntas se manifiesta  el miedo a volverte vulnerable como intérprete. Es algo que  observé también en el público en España y en los actores que interpretan los personajes de los dos montajes.
Para mi es un gran desafío dejarte atravesar por lo íntimo y por lo vulnerable, lo digo desde mi posición de autor y de director y también sabiendo cómo funciona un actor. Porque el que  se resiste a  esos atravesamientos, no saca lo interesante que tienen los personajes:  es mejor dejarse afectar por las dudas, los impulsos, los miedos, las crisis de Manuel, Pablo, Mia, Marisa y Luz. No querer tenerlo todo controlado. Lo que les pasa a los personajes es que no saben cómo va a continuar cada momento y el actor debe estar en ese lugar también. No saber. No especular. Solo jugar estas complejas contradicciones humanas, entregarse a ellas, momento a momento, codificar el juego - eso es lo que estamos haciendo- para jugar naturalmente una intimidad verdadera.
Muchos me preguntan si no me da vértigo “contar mi vida” en la obra. Yo les contesto que, en primer lugar,   no siento que  esté contando mi vida. A  pesar de que muchos no lo crean estoy protegido por una ficción, por un artificio que es el teatro. Yo no quiero olvidar que estamos haciendo teatro. Sin dudas la obra despliega algunas pinceladas de mi forma de ver ciertos aspectos de la vida,  del amor, de la búsqueda de la felicidad y de las formas en que cada uno nos protegemos del dolor y actuamos de una manera y sentimos otras cosas que no dejamos ver, pero no siento que sea mi autobiografía. En segundo lugar, saqué una historia desde un lugar cercano y profundo pero la construí con más elementos porque el objetivo de esta obra es que otros se sientan identificados. Existe una realidad y una ficción siempre en cada historia y “Desmesura” es una ficción. Creo que, para bien y para mal,  la realidad siempre va a superar a la ficción. Porque la realidad es siempre  más fuerte pero también creo que el teatro puede ayudar a transformar pequeñas realidades y esto es lo que hace al teatro único y maravilloso: hacer mas llevaderas aquellas cosas que en la vida nos cuesta cambiar, por eso nos emociona, nos divierte y nos hace pensar.
Pero no hago esta obra en plan psicodrama o para canalizar conscientemente mis traumas, para eso  tengo otros espacios. Es verdad que la obra está conectada con algún momento de mi vida hace unos años atrás. No es mi presente y no me hace daño, sino, no la haría.
Acá cuento una historia que me pidieron para un festival europeo LGTB que lucha por la igualdad de las personas en sus diversidades sexuales. Así nació la obra, y ahora presento su versión argentina a ver qué pasa,  digamos que fue escrita por encargo para entrar al festival y yo no tenia ninguna obra que hablara de esto. Quería hacerlo sin caer en tópicos. Ahora quiero dedicar esta obra directamente a nuestro colectivo argentino de gays y lesbianas, porque sigue habiendo aun muchas opiniones encontradas  en nuestra sociedad, así que hacer un poco de militancia desde mi singularidad y desde un lugar pacifico no viene mal. No digo que mi forma sea la única ni la válida,  es tan solo mi visión sobre este tema, la forma que yo elegí contar esta historia de amor entre personas del mismo sexo, Independientemente de con quien se acuestan  (eso no hace a una persona, es solo una parte y te diría poco importante), yo quería hablar de ciertas relaciones humanas de una forma más abarcativa. La obra no dice “mira soy gay y mucho mas copado que vos, somos mejores los gays que los heteros” ¡Nada de eso! Es un intento porque nos respetemos mas. No quería hablar de sexo sino de búsquedas personales. El objetivo es que la puedan ver todas las personas que quieran sin sentirse incómodas o porque creen que no tienen nada con lo que identificarse. Quise hablar del  equilibrio en el amor, de los sentimientos y  quería que otra gente que no tiene nada que plantearse sobre la sexualidad se sienta identificada en la búsqueda de su felicidad. Y  no quise contar desde lejos esa historia, empecé por cosas cercanas y sumé otras que vi, que escuché o que realmente suceden por allí. Creo que allí radicó  la identificación y la empatia que sintió el  publico español  frente a la obra.
La obra no tiene ningún cuerpo desnudo, casi no hay un beso intenso y largo, no se habla de lo gay con sordidez, como algo trasgresor y moderno, creo que eso suena antiguo. Yo hago teatro, no quiero pasarme de rosca con la provocación, a mi no me suma eso. Y en mi compromiso como habitante de nuestra sociedad deseo naturalidad con este tema, no ir al choque.
La obra “desnuda” otras cosas, Creo  que en la época en que vivimos que hay sexo al alcance de un botón y a cualquier hora,   prefiero ser austero y minimalista en este terreno, no mostrar tanto. Y sí hablar con detalle de una historia de amor, sólida, eso hoy en día que todo es fugaz, hablar así de amor eso es casi escandaloso. Tampoco quería hablar de amor ingenuamente tipo:  “somos todos buenos, amémonos ¡que linda es la vida! y todo bien” quise hablar del amor verdadero, ese que te hace volar pero que te plantea grandes conflictos también y como dice Lope de vega: “solo el que lo probo lo sabe”. Y al amor, creo, lo probamos todos.
Para mi, por lo menos, era necesario jugar con otra cosa, con varias intimidades que no se vean, sino que se sientan y lo hacemos con una fuerza imperfecta y humana, pero los personajes ante sus conflictos no se paralizan; eso es lo mas auténtico y real que tienen los cinco: sufren, lloran, rien, no encuentran su lugar ni la persona que los quiera como ellos necesitan pero pintan, escriben, trabajan, comen, miran películas....”HACEN” ....siguen adelante con sus vidas, y eso me hace acordar que la vida funciona realmente así. Esa relación con la vida real es bonita, pero DESMESURA es una obra de teatro, es una obra sobre personas que intentan comunicarse mejor para entenderse, pero que están heridas y se protegen del dolor para seguir adelante cada una a su manera. Y   eso pone el intento de comunicarse en una crisis constante.
Otra cosa que yo rescato de la obra y que le da mucho aire, es la comedia que juega un papel fundamental, porque llega sola en un terreno melancólico y dramático. Digamos que el humor llega casi inesperadamente y creo que para el público es necesario, lo agradece, porque ayuda a aflojar, a pensar que a todos, quien mas quien menos, nos pasan las mismas cosas y necesitamos reír un poco además de llorar.
Hay mucho de lo que yo viví con el público español que me acompaña en los antecedentes de la obra, pero quiero pensar en presente y vivir esta aventura acá, hoy, con este elenco argentino de acá que defienden a capa y espada sus personajes y el proyecto y con actores comprometidos como lo son, que arriesgan. Y  eso es un buen punto de partida.
Ahora lo que sigue no se como será ni que pasara acá con la obra, confío en que será lo mejor, pero pienso en el estreno de Julio en Buenos Aires y me da una adrenalina tremenda, tengo muchas ganas de saber que sensaciones provoca, porque allá la gente “supuestamente” es mas fría, pero yo sentí que los españoles se emocionaron mucho. La obra generó calidez  y sentí que el público estuvo sensible en cada función. Incluso al final de la obra me daban su punto de vista, cosa que no sucede mucho allá. Acá enseguida hablamos, a veces sin haber visto las obras, ya opinamos, somos más criticones, más de debatir y opinar siempre para bien y para mal, casi impulsivamente. No digo que eso sea malo, es diferente, son dos culturas distintas. Tengo ganas de enfrentar todo eso acá, que es mi país y mi lugar y también tengo ansias de que el público te manifieste realmente lo que sintió, me guste o no, porque el teatro va de eso, te la tenes que bancar, si generás un hecho artístico tenes que bancarte la que te venga y seguir defendiendo tu propuesta sin sentirte atacado, sin estar a la defensiva. Como en la vida, en el teatro no podemos caerle bien a todo el mundo. Vamos a ver que pasa acá que “supuestamente”  somos más apasionados, sensibles e intensos. Es todo un reto para mi estrenar esta obra  en Buenos Aires, porque en España  desarrollé el teatro que siempre tuve ganas de hacer, y volver a reencontrarme con nuestro teatro único y especial en constante resistencia siempre, de autogestión y lucha (y sabemos que todo lo independiente cuesta un poco mas). Este momento para mi es algo hermoso, que estoy disfrutando, después de seis años que no estrenaba nada en mi país, compartir esta nueva forma de hacer mis nuevas obras de teatro acá me da mucha felicidad, aparte mi proyecto teatral siguiendo una nueva búsqueda, empezó allá, se llama Compañía LE FRICK TEATRO Argentina-España. Y aquí continúa su actividad con este estreno.
El equipo que me acompaña es fantástico. Sin dudas son los actores argentinos que yo necesitaba para contar la historia.  Te diría que sucedió todo muy fácil. No es casual que estén ellos haciéndola y no otros: se adaptan muy bien a mi forma de trabajar, son actores muy buenos que además tienen una imagen interesantísima, un gusto por lo estético especial, saben trabajar lo de afuera y lo profundo, son bellos, pero no superficiales, lo digo con seguridad porque cada vez los conozco más. Y lo más maravilloso es que  creo que esta obra los conmueve de verdad, les divierte hacerla, la pasan bien, porque hay algo que me une a ellos desde que la leyeron por primera vez. Es una sensibilidad en común que tenemos los cinco, nunca hablamos de esto, pero lo intuyo, nos hace vibrar en la misma sintonía,  son cuatro intensos, en la vida y el teatro aunque no lo demuestren siempre. En Argentina seré yo (Darío Cortes) quien interprete a Manuel, Francisco Ortiz (Pablo), Viviana Suraniti (Marisa), Alejandra Feudal (Luz) y Cecilia Amorosi “Checha” (Mia) son los que yo estaba esperando para contar mi historia, y me encantaría que formáramos un equipo sólido que por mas que nos surjan otros trabajos podamos continuar con esta querida obra, como en España que le dimos casi dos años de recorrido, con la misma gente. También el equipo técnico que me acompaña me ayuda mucho a relajar ciertas cosas para ocuparme de los actores y de la propuesta de la obra de forma integral, la asistencia de Julián Luque y la producción ejecutiva de Vanina Fuentes, es buenísima, ellos también me entienden y me brindan una contención especial para este regreso al teatro y a Buenos Aires que te diría, estaba esperando desde hace cinco años, desde el momento en que me fui a Madrid a vivir y a trabajar por el teatro. Y porque no, decir que también ese viaje me ayudó a buscar ser feliz.

Darío Cortés